Cuando tu bebé está en útero, el cordón umbilical permite el intercambio de sustancias nutritivas y sangre rica en oxígeno entre el bebé y la placenta. En el nacimiento, se corta este cordón, procedimiento totalmente indoloro, y queda el muñón umbilical. Es importante que durante los días posteriores al nacimiento de tu bebé tengas los cuidados necesarios hasta el desprendimiento total del cordón para evitar infecciones en la herida.
El tiempo varía en cada bebé, pero se aproxima que este desprendimiento se dé entre los 7 a 21 días de su nacimiento, quedando una pequeña herida que tardará unos pocos días en cicatrizar. Es normal que se presente algo de sangre y puede haber supuración de fluido claro o amarillo.
Esto último se conoce como granuloma umbilical, podría desaparecer por sí solo o requerir tratamiento médico. En este caso es recomendable acudir al pediatra para que evalúe el alcance del caso, sin embargo, en términos generales, esto no se considera una complicación grave ya que esta área no contiene terminaciones nerviosas, lo que significa que de ser necesario un tratamiento, este sería indoloro para el bebé.
Si bien los cuidados son muy básicos y las infecciones poco comunes, en caso de que se presenten los siguientes signos, consulta a tu especialista:
Puedes evidenciar algo de sangre en el pañal o en la pequeña herida después del desprendimiento, esto se considera normal debido a la separación de los vasos sanguíneos. Si el sangrado es muy prominente, conviene consultar al especialista.
Cuidados con el cordón umbilical del recién nacido ha sido elaborada bajo las respectivas recomendaciones de la Doctora Paula Solano Pediatra y asesora de lactancia.
DRA: PAULA SOLANO
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