Sabemos que la llegada de tu bebé te enfrenta a nuevos retos y muchas dudas sobre qué cuidados debes tener en cuenta en sus primeros meses de vida, aquí te resolvemos las dudas más comunes que te ayudarán en el inicio de esta aventura.
Los primeros meses son un período crucial en el desarrollo de tu pequeño, y como mamá o papá primerizo, es normal sentirse abrumado con tantas preguntas y dudas.
Teniendo en cuenta que el cordón umbilical es una herida como cualquier otra, es crucial que realices una correcta desinfección diaria para evitar infecciones. Limpia la zona cuidadosamente con sustancias antisépticas apropiadas, siguiendo las indicaciones de tu pediatra. Recuerda que el área debe mantenerse siempre seca y ventilada, ya que el cordón se desprenderá naturalmente y la herida se cerrará por completo, lo cual suele suceder aproximadamente entre los 10 y 14 días después del nacimiento.
Es importante que no utilices soluciones que contengan yodo, ya que pueden ser demasiado fuertes para la piel delicada de tu bebé y pueden interferir con la cicatrización natural del cordón. En su lugar, opta por productos recomendados específicamente para el cuidado del cordón umbilical. Además, evita cubrir el área con pañales para permitir que el aire circule, lo que facilitará una recuperación más rápida y segura.
Asegúrate de elegir las prendas adecuadas según la temperatura ambiente, exceso de abrigo puede dificultar la respiración. En caso contrario, si tu bebé nació bajo de peso, es recomendable usar la técnica canguro, tu calor corporal ayudará a mantener estable su temperatura.
A menos de que un especialista lo indique de otra forma, es recomendable bañar a tu bebé de forma diaria. Hazlo con un jabón de PH neutro para evitar la irritación su delicada piel y cuidando que el agua esté a temperatura corporal del bebé. También recuerda hacer una correcta limpieza de oídos y cuidadoso corte de uñas.
Asegúrate de proporcionar un ambiente tranquilo para el descanso de tu recién nacido. Es importante que el bebé duerma en su cuna, sin objetos como juguetes peluches o almohadas dentro de ella. Evita ruidos y olores fuertes.
Atiende al pediatra de inmediato si notas que la piel de tu bebé cambia de color, ya sea que se torne pálida, azulada o amarillenta. Estos cambios podrían indicar problemas de circulación o afecciones como la ictericia, que requieren atención médica. Además, presta especial atención a cualquier variación inusual en la temperatura corporal de tu bebé, como fiebre o hipotermia, ya que pueden ser señales de infección o malestar general.
Esta información ha sido elaborada bajo las respectivas recomendaciones de la Doctora Paula Solano, Pediatra especialista en lactancia materna y cuidados del recién nacido.
DRA. PAULA SOLANO
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