Una vacuna es una sustancia que se introduce en el organismo para estimular la producción de anticuerpos con el fin de generar inmunidad. Esto es muy importante en el caso de una mujer gestante ya que previene enfermedades e infecciones no solo para la mamá, sino que, a través de la placenta, se transmiten estos anticuerpos protectores al bebé hasta que el recién nacido empiece a recibir su esquema de vacunación.
Lo ideal es que los futuros padres planifiquen el embarazo, y en la etapa de fertilidad, ambos estén atentos a cumplir y tener al día su esquema de vacunación.
Las vacunas que se deben aplicar en el embarazo son las vacunas inactivas, es decir, aquellas que se obtienen de organismos muerto o inactivos. Estas serían:
Ambas vacunas se deben aplicar en cada embarazo y ninguna representa riesgo ni para la madre, ni para su bebé
Hace referencia a las vacunas que se deben aplicar en condiciones especiales. Entre ellas se encuentran las vacunas contra hepatitis A, hepatitis B, neumococo, meningococo y rabia. El especialista indicará cuando se deben aplicar y en qué dosis, según el caso en que sea necesario.
En el caso de que la mujer deba viajar a zonas endémicas, deberá aplicarse la vacuna contra la fiebre amarilla, la encefalitis japonesa o la fiebre tifoidea según corresponda.
Las vacunas contraindicadas en el embarazo son las vacunas de virus activos atenuados. Entre ellas, la triple viral (sarampión, rubeola, parotiditis) y la vacuna de la varicela.
Por esto es fundamental contar con un esquema de vacunación completo antes de entrar en el periodo de gestación. A una mujer que no cuente con el esquema completo, no se le podrá realizar la aplicación de estas vacunas contraindicadas en el embarazo, lo cual representa mayor riesgo y vulnerabilidad para ella y para el bebé en gestación.
Esta información ha sido elaborada bajo las respectivas recomendaciones de la Doctora Alejandra Galofre Ginecóloga Obstetra
DRA: ALEJANDRA GALOFRE
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