Según la OMS, cada año se podrían evitar 2,5 millones de muertes si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al nivel recomendado. La sal como ingrediente añadido no solo es representa riesgo para los niños, actualmente es una de la causa de enfermedades crónicas como la hipertensión.
Por ejemplo, la OMS recomienda limitar la ingesta de sal a menos de 5 gr día (2 g de sodio) esta indicación aplica para adultos y niños mayores de 2 años.
Teniendo en cuenta que se recomienda la leche materna o, en su defecto, la leche de fórmula como único alimento hasta los 6 meses del bebé. De ahí en adelante se inicia la introducción de otros alimentos de manera paulatina, sin embargo, no quiere decir que la sal añadida sea necesaria o aporte algún beneficio.
Además, el requerimiento de yodo diario que el bebé necesita lo obtiene de alimentos naturales que consume en su dieta balanceada regular. En el caso de los lactantes, la cantidad de yodo necesaria la adquiere de la leche materna o la leche de fórmula.
Como adultos tenemos nuestro paladar acostumbrado al sabor de la sal, al bebé, quien no conoce este sabor, le es indiferente.
Como no es un ingrediente necesario, entre más se postergue la introducción, será más beneficioso para el bienestar del niño en el presente y futuro. Sin embargo, como recomendación de una edad mínima, espera hasta sus 2 años de edad.
Sal en las comidas del bebé, lo que debes saber: ha sido elaborado bajo las respectivas recomendaciones de Romina Sánchez Nutricionista
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