Todos los bebés son demandantes en sus primeras semanas, conforme pasa el tiempo y sus órganos van madurando, adquieren paulatinamente independencia, por lo tanto, hasta que el bebé no adquiera la capacidad para satisfacer autónomamente sus necesidades, se deben brindar todos los cuidados y atención que requiere.
En el caso de los bebés prematuros, como sus órganos son aún más inmaduros que los de un bebé nacido a término, se deben tener cuidados especiales y rigurosos. Una vez le han dado de alta al bebé en el hospital, es necesario tener muy presentes las indicaciones del pediatra y estar atento a cualquier signo de alarma.
Esta es una práctica fundamental para el cuidado de prematuros o bebés de bajo de peso al nacer, consiste en hacer contacto piel a piel con el bebé, porteándolo sobre el pecho. Tiene mayores beneficios que otros métodos como la incubadora, entre los principales se encuentran:
El sistema digestivo de un bebé prematuro no está lo suficientemente desarrollado para digerir y absorber nutrientes, la leche materna es el alimento más completo y aporta todos los nutrientes que el bebé necesita, contiene enzimas que no solo ayudan a la delicada digestión del bebé, sino que además le ayuda a madurar sus órganos. En algunos casos, cuando el especialista indique suplementar con fórmula, se debe procurar que la leche materna sea el principal alimento, pues ningún producto se asemeja a sus propiedades.
Como su estómago es tan pequeño y su capacidad de succionar menor, necesita tomas más frecuentes de leche, por eso es importante despertar al bebé, como máximo, cada tres horas para garantizar que se alimente. Si el bebé demanda alimento antes de este lapso, se debe ofrecer, pero es importante estar atentos a que no pasen más de tres horas sin recibir alimento.
Esta información ha sido elaborada bajo las respectivas recomendaciones de la Doctora Natalia Páez Pediatra, asesora de lactancia y BLW-BLISS.
DRA. NATALIA PÁEZ
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