Una de las consultas más frecuentes en pediatría, sobre todo en las primeras semanas del bebé, es el pujo. Suele preocupar mucho a los padres debido a que da la sensación de que al bebé le duele algo y le cuesta excesivamente hacer popó, sin embargo, se trata de un síntoma muy común que en la mayoría de los casos no representa ningún riesgo.
Los bebés nacen con un sistema digestivo muy inmaduro, de ahí que en los primeros meses sean muy frecuentes síntomas como el reflujo, los gases, los cólicos, y también el pujo. Este proceso de maduración se da espontáneamente, conforme el bebé se desarrolla y sus intestinos se adaptan al proceso de digestión.
Es muy frecuente en las primeras semanas y suele presentarse de manera intermitente hasta los tres meses, aproximadamente. No significa que siempre el bebé pujé va a hacer popó.
En cuanto al pujo existen muchos mitos, uno de ellos indica que la leche le está causando problemas digestivos, sin embargo, como se indica, el pujo es una manifestación normal, por lo que no está directamente relacionado a la composición de la leche materna, esta sigue siendo el alimento más completo y nutritivo para el bebé.
Si el bebé presenta otros síntomas como sangre en las deposiciones, inapetencia, quemadura en la región perianal, diarrea, es necesario consultar.
Esta información ha sido elaborada bajo las respectivas recomendaciones de la Doctora Pilar Hoyos Pediatra y asesora de lactancia materna.
DRA. PILAR HOYOS
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