La ictericia en el recién nacido es una coloración amarillenta en la piel y en la membrana exterior del globo ocular. Se calcula que aproximadamente el 60% de los bebés nacidos a término y el 80% de los bebés prematuros presentan ictericia.
La bilirrubina es una sustancia química que todos tenemos en la sangre y que eliminamos gracias a las funciones del hígado. Cuando el bebé está en el vientre, elimina la bilirrubina a través de la placenta, al nacer, el hígado deberá empezar a hacer este trabajo. Sin embargo, tardará en aprender a realizar este proceso de eliminación, por lo que puede presentarse un exceso en la sangre del bebé, causando así la coloración amarillenta en la piel y las mucosas.
La coloración amarillenta se suele presentar en las primeras 24 horas de nacido el bebé, siendo más evidente entre el segundo y cuarto día. En la mayoría de los casos, la ictericia suele ser leve y desaparecer al cabo de dos semanas. Es importante que, después del parto, antes de salir del hospital, si el bebé ha presentado ictericia, el especialista evalué los niveles de bilirrubina en sangre y se programe un control en los próximos días para evaluar el progreso.
Es más probable que se presente ictericia en los bebés que son alimentados con leche de fórmula, o aquellos que han presentado dificultades para recibir leche materna en las primeras horas y días de vida.
Como se menciona, en la mayoría de los casos la ictericia suele desaparecer por sí sola mientras el hígado regula sus funciones, solo en el 6% de los recién nacidos se complica, ante lo cual se debe llevar a cabo un tratamiento para bajar los nivele de bilirrubina en sangre.
Es importante acudir a los controles prenatales para que el especialista evalúe las condiciones de salud del bebé y determine si el color amarillento en la piel requiere de tratamiento o por el contrario es una sintomatología regular que dejará de presentarse en los próximos días, como sucede en la mayoría de los casos.
Alimentar al bebé con leche materna tiene múltiples beneficios, además de fortalecer el sistema inmunológico, ayudará a la maduración de sus órganos y a regular las funciones normales de estos.
La ictericia suele ser, excluyendo la cloración amarillenta en la piel, asintomática. Si estando en casa evidencia que el bebé presenta llanto sin causa aparente, se resiste a recibir alimentos, se muestra especialmente quieto y somnoliento, o el color anormal en la piel prevalece por más de un mes, es conveniente acudir al especialista.
Esta información ha sido elaborada bajo las respectivas recomendaciones de la Doctora Paula Solano, Pediatra especialista en lactancia materna y cuidados del recién nacido.
DRA. PAULA SOLANO
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