Llevar una alimentación balanceada es pilar fundamental para el bienestar a lo largo de la vida de todo ser humano. No obstante, durante el embarazo y la lactancia es especialmente esencial dar prioridad a alimentos naturales y mantener un equilibrio de nutrientes.
Recordemos que la única forma comprobada de producir más leche materna, es mediante la succión. A mayor demanda, mayor producción, lo que descarta por completo el mito de que algunos alimentos aumentan la cantidad de leche producida.
Por otro lado, la leche materna producida por cualquier mujer, se adapta específicamente a las necesidades del bebé, el cuerpo de la mamá y las glándulas mamarias tomarán nutrientes de diversas fuentes para producir la leche rica en nutrientes y de alta calidad. Además, estas glándulas también ayudan a regular que la cantidad de lo que se come y el líquido que se consume llegue efectivamente al bebé.
Como se menciona, lo más importante es garantizar el correcto equilibrio de nutrientes, carbohidratos, proteínas y grasas saludables y un adecuado aporte de vitaminas y minerales. La mejor forma de garantizar esto es incluyendo variedad de los siguientes alimentos:
Se debe tener presente que el consumo de agua es muy importante y tiene grandes beneficios para el organismo y todas sus funciones. Se aconsejan entre 8 a 10 vasos de agua natural al día.
Se recomienda evitar el consumo de pescados grandes debido al posible alto contenido de mercurio, los alimentos ultra procesados o con altas cantidades de azúcar, sal y grasas, como los fritos, embutidos, refrescos y empaquetados, estas comidas deben limitarse debido a su bajo aporte nutricional.
El consumo de cafeína no está contraindicado, sin embargo, se debe procurar un mínimo consumo diarios. El té y las infusiones naturales, en su gran mayoría se pueden tomar sin inconveniente, existen solo unas cuantas excepciones como las infusiones de hinojo, anís estrellado, salvia, eucalipto o alfalfa, los cuales tienen efectos estrogénicos y neurotóxicos.
Son muy pocas las excepciones donde algún alimento consumido por la mamá, causa alergias al bebé a través de la lactancia. No obstante, los lácteos son un grupo de alimentos que tienen mayor incidencia en el riesgo de alergias.
El bebé puede presentar síntomas como cólicos y otros malestares digestivos, sin embargo, es importante que la alergia a la proteína de la leche sea diagnosticada, ya que muchas veces estos síntomas no significan necesariamente que exista una alergia alimentaria.
Una vez diagnosticada, será necesario que la mamá elimine de su dieta la leche, la soya y sus derivados para evitar afectaciones al bebé.
Esta información «Lactancia materna y alimentación» ha sido elaborada bajo las respectivas recomendaciones de la Doctora Paula Solano, Pediatra especialista en lactancia materna y cuidados del recién nacido.
DRA. PAULA SOLANO
INSTAGRAM: @drapaulasolanopediatra