El grupo de mujeres que tuvieron asesoría nutricional y empezaron a practicar actividad física incrementaron menos peso y tuvieron un metabolismo más saludable en comparación con aquellas que no hicieron modificación a sus hábitos.
En cuanto a los bebés de las madres con obesidad y diabetes gestacional, se ha determinado que tienen patrones disfuncionales en su ADN y, según el estudio, la introducción de una dieta saludable y ejercicio, reduce significativamente estos cambios en la estructura de los genes, lo que puede significar menos riesgo a futuro de que el niño sufra problemas de salud como diabetes, obesidad u enfermedades crónicas.
Tanto si has llegado con un estado de salud óptimo al embarazo, o si tienes sobrepeso, este momento es indicado para implementar hábitos de vida saludables. Una alimentación equilibrada, actividad física y un buen descanso no solo te ayudarán a propiciar una experiencia de parto y posparto positiva, sino a garantizar que tu bebé a lo largo de su vida crezca sano y feliz.