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La maternidad ha sido una experiencia idealizada donde se asigna a la mujer la responsabilidad de ser la mamá perfecta, feliz y cumplir inequívocamente con todas sus labores. Esta idea no solo genera presión, también le resta importancia a una etapa donde tanto mamá como el bebé son muy vulnerables, hay incomodidad y se atraviesa por un estado de fragilidad.
Es por esto que investigadores se han centrado en entender los cambios en una etapa de transición tan desafiante como el posparto, y buscar prácticas que ayuden a las mamás y sus bebés a superarla de la mejor manera.
Este tipo de terapias se ha estudiado y practicado desde los años 70 en países como Holanda. lo que se busca es favorecer el desarrollo e interacción con el mundo a través de actividades y estímulos auditivos, táctiles, vestibulares y visuales.
En el caso de los bebés, se han encontrado beneficios en cuanto al crecimiento, disminución del estrés, mejora de conducta en el recién nacido y fortalecimiento del vínculo madre e hijo.
Es por eso que una investigadora de la Universidad Nacional de Colombia, Lucy Marcela Vesga, doctora en enfermería, quiso estudiar los efectos que tiene sobre un recién nacido la estimulación temprana multisensorial, llegando a hallazgos muy interesantes.
El estudio se desarrolló en la ciudad de Bogotá, se hizo un seguimiento durante las primeras 4 a 5 semanas después del parto, a 220 parejas de mamás y sus bebés. La terapia de estimulación multisensorial se llevó a cabo dos veces al día, antes del baño y antes de dormir.
Se encontró que el riesgo de desarrollar depresión posparto en las mujeres que practicaban estimulación con su recién nacido, disminuyó en un 11%, además en cuanto a al estrés que puede desarrollar mamá en esta etapa, se evidenció una reducción del 9,3%.
También se encontraron interesantes hallazgos en donde se favorece el sueño del bebé y la succión a la hora de alimentarse, lo que favorece su ganancia de peso óptima. Otro resultado interesante tiene que ver con la disminución del temor de las madres primerizas de lastimar a sus bebés, mejorando así sus habilidades para el cuidado.
1. Contacto visual: Asegúrate de estar frente a tu bebé durante los 15 minutos de la terapia y mantener contacto visual todo este tiempo.
2. Estimulación auditiva: 30 segundos antes de empezar con el siguiente paso, empieza a tararear una canción de cuna y continua durante toda la sesión.
3. Estimulación táctil: Con las yemas de los dedos haz líneas rectas en áreas menos sensibles como la cabeza, la idea es llegar a áreas donde hay más receptores nerviosos como la espalda, donde harás líneas y círculos suavemente.
4. Estimulación vestibular: Mece a tu bebé suavemente de manera horizontal, cada movimiento debe durar 2 segundos aproximadamente.
