Una de las complicaciones más comunes durante la lactancia son las grietas en los pezones, esta afectación y la sensación de la mamá de no producir suficiente leche, son las dos razones más comunes para el abandono temprano de la lactancia.
Las grietas son heridas en la zona de los pezones que pueden ser muy dolorosas e incluso llegar a sangrar, la principal causa es una mala técnica a la hora de amamantar, es decir, el bebé no se agarra correctamente al seno.
Un mito muy común indica que los pezones requieren preparación para evitar las grietas, sin embargo, esto es completamente falso. No es necesario ningún tipo práctica o producto para preparar los pezones o los senos. El único método efectivo, es el conocimiento, contar con mucha información te ayudará a prevenir complicaciones durante tu proceso de lactancia.
Lo primero que debes saber es que las grietas o heridas en los pezones, no son normales. Se deben a una mala técnica al momento de amamantar y se pueden prevenir, tampoco es cierto que el pezón adquiere una especie de «callo». No debes normalizar ningún tipo de dolor durante la lactancia. Si deseas prevenir las grietas, lo ideal es verificar un correcto agarre del bebé al pecho desde el inicio de la lactancia.
Un correcto agarre del bebé al pecho, involucra que abarque con su boquita gran parte de la areola, es decir, no debe prenderse o succionar directamente el pezón, pues esta fricción constante es lo que produce las dolorosas grietas.
Para poner a tu bebé al pecho, asegúrate de que abra muy grande su boquita antes de prenderse, en este momento, introduce el seno. Sus mejillas debes verse redondas y llenas, y el pezón debe quedar en la parte de atrás del paladar del bebé, el labio de abajo debe verse evertido y su boquita abarcar la mayor parte de la areola.
Mientras sube la leche tu bebé succionará más rápido, una vez ha empezado a fluir, el ritmo ralentiza y notarás que tu bebé respira controladamente haciendo pausas para deglutir. En la parte inferior del seno bajo del pezón, debes sentir su lengua haciendo un movimiento ondulatorio, es la forma de estimular las glándulas para que la leche salga.
Como ves, si el bebé se prende únicamente del pezón, no solo resultará muy doloroso, también hará que su alimentación sea inefectiva, pues al succionar el pezón no estará estimulando las glándulas mamarias para que salga la leche.
Es poco probable lograr un agarre correcto al primer momento de poner a tu bebé al pecho. La realidad es que requiere práctica y posiblemente debas intentarlo una y otra vez, pero recuerda que es un proceso de aprendizaje.
Fundamental, corrige el agarre, si no solucionas esto, no solo no sanarán tus pezones, sino que puede que las grietas empeoren y se conviertan en heridas abiertas. Deja tus pezones al aire libre el mayor tiempo posible, no los laves después de las tomas pues esto puede resecarlos. La ventilación hará que sanen más rápido.
Anteriormente se recomendaba aplicar alguna crema con lanolina, sin embargo, recientes recomendaciones indican que lo ideal es no aplicar ningún producto, pues mantener la zona húmeda hará que tarde más en sanar.
Si bien se ha dicho que la leche materna podría ayudar a curar las grietas, este método también es controvertido, pues bien sabemos que la leche materna es un tejido vivo, contiene millones de microorganismos que pueden hacer que tarde más el alivio.
Corrigiendo el agarre y permitiendo que llegue aire a los pezones, en algunos días notarás una gran mejoría.
Recuerda, la lactancia no debe doler. Al inicio deberás verificar constantemente el agarre y estar al tanto de este factor cada vez que pongas al pecho a tu bebé, pero como todo, se trata de práctica, una vez has logrado la técnica, todo fluirá naturalmente.
«Grietas en los pezones» ha sido elaborado bajo las respectivas recomendaciones de la Doctora Paula Solano Pediatra y asesora de lactancia.
DRA: PAULA SOLANO
INSTAGRAM: @drapaulasolanopediatra