Sabemos que es un tema tabú sobre el cual muchas mujeres no se atreven a preguntar. Hay muchas dudas sobre cómo el parto afectará tu vagina y qué cambios se presentan en esta zona. Aquí te contamos un poco qué es lo que sucede cuando tienes a tu bebé y te ayudamos a resolver algunos mitos que giran en torno a este tema.
La vagina y el piso pélvico son estructuras musculares que se distienden lo suficiente para que pase la cabeza de tu bebé. Pero como cualquier otro músculo que se estira, vuelve a contraerse a su tamaño normal. Como consecuencia de esto y por la presión que se ejerce en esta zona por cargar al bebé, sobre todo al final del embarazo, la vagina y la zona vulvar pueden quedar un poco lastimadas y puedes presentar algo de dolor que dura algunos días después del parto.
El desgarro perineal es el corte del periné que se da de manera espontánea en el momento de la salida del bebé por el canal vaginal. Cuando este corte lo realiza el ginecoobstetra con ayuda de una tijera, hablamos de episiotomía.
El médico se encargará de suturar la incisión inmediatamente después del parto, al ser una herida debes tratarla con especial cuidado, es normal que presentes ardor e incomodidad al orinar. Sigue las recomendaciones de cuidado dadas por tu enfermera o médico para la correcta y pronta cicatrización.
Inmediatamente después del parto la vagina queda notoriamente distendida, sin embargo, con el paso de las horas se irá encogiendo y recuperando su tamaño normal. Es probable que las alteraciones sean imperceptibles cuando todo haya sanado.
Si te asusta este tema y no quieres que nada cambie, realiza ejercicios de fortalecimiento del piso pélvico desde que inicias tu embarazo y durante el posparto. Estos ejercicios los puedes aprender en tu Curso Psicoprofiláctico.
Debido a los cambios hormonales puede haber alteraciones en la pigmentación de esta zona durante el embarazo y unas semanas después del parto, con la regulación hormonal irá recuperando su color normal. Así mismo, debido a las hormonas que participan en el proceso de lactancia, se puede presentar resequedad e incomodidad debido a la falta de lubricación.
En cuanto a la sensibilidad, como consecuencia del paso del bebé o si te desgarraste o te hicieron episiotomía, es normal que sientas esta zona más delicada, pero no te preocupes, una vez sane, recuperarás la sensibilidad normal.
Recuerda que el piso pélvico es una estructura de varios músculos y, como tal, debes ejercitarlos. Para esto los expertos recomiendan los ejercicios de Kegel, los cuales consisten en contraer los músculos de esta zona sosteniendo y soltando controlada y repetidamente.
Puedes consultar una gran variedad de ejercicios para el fortalecimiento de tu suelo pélvico en tu curso psicoprofiláctico, en la red o directamente con un profesional experto.
«Cambios en la vagina después del parto» ha sido elaborado bajo las respectivas recomendaciones de nuestra embajadora Paola Pimiento Enfermera – UIS Máster en Enfermería Obstétrica
PAOLA PIMIENTO
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