La OMS ha indicado en su última guía que aquellas mamás que amamantan y se encuentra dentro de los grupos de riesgo, podrían ser vacunadas contra Covid-19 y continuar con la lactancia materna de manera ininterrumpida.

A pesar de estas recomendaciones, hasta el momento no hay un consenso general sobre qué tan seguras son las vacunas en mujeres gestaste y lactantes, pues esta población se ha excluido de todas las pruebas llevadas a acabo por los laboratorios que fabrican las vacunas.

Es por eso que varios gobiernos, incluido el de Colombia, se han restringido a dar vía libre a las mujeres en estas etapas fisiológicas:

«En tanto no se tengan estudios sobre la baja afectación, no estarán incluidas en el Plan Nacional de Vacunación. Solo serán objeto del plan hasta que los fabricantes de las vacunas que se estén aplicando en el país hayan entregado al Invima la evidencia sobre seguridad y eficacia en estos grupos poblacionales.» Manifestada el Ministro de Salud.

En el 2020 el Centro de Riesgos Infantiles de los EE.UU. indicaba que era prácticamente improbable que los componentes de la vacuna lleguen a la leche materna y se mantengan vivos y de ser así, el bebé los digeriría sin problema.

Por otro lado, en España empresas privadas ya realizan estudios con mujeres lactantes voluntarias a quienes se les aplica la vacuna, se busca determinar si estos componentes pueden transmitir anticuerpos a los bebés a través de la leche materna y, de ser así, si pueden llegar a protegerlos.

Por el momento, y hasta que no exista más evidencia científica, se recomienda aplicar la vacuna a la población de más alto riesgo de contagio o desarrollar complicaciones, si una mujer lactante o en gestación se encuentra en estos grupos de riesgo, entidades internacionales aconsejan que sea ella misma en su autonomía, quien tome la decisión bajo un consentimiento informado, si recibir o no la vacuna contra Covid-19.