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Signos tempranos del autismo en bebés: ¿qué observar?

Como madres, padres o cuidadores, siempre estamos atentos a cada nuevo gesto, mirada o sonrisa de nuestros bebés. Pero a veces, también notamos pequeñas diferencias que nos hacen preguntarnos si todo está bien con su desarrollo. Hablar sobre los signos tempranos del autismo no es para asustar, sino para informar y acompañar, porque cuanto antes se identifiquen, más temprano se puede intervenir y apoyar de forma adecuada.

¿Qué es el autismo y por qué es importante detectarlo temprano?

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta la manera en que una persona se comunica, interactúa socialmente y experimenta el mundo.

Aunque el diagnóstico oficial suele darse entre los 2 y 3 años, algunas señales pueden observarse desde los primeros meses de vida. Detectarlas a tiempo permite brindar herramientas y terapias que pueden mejorar notablemente la calidad de vida del niño y su entorno.

Señales tempranas a observar en los bebés (desde los 6 meses en adelante):

  1. Contacto visual reducido o ausente
  • No sostiene la mirada cuando lo llaman.
  • Parece “mirar a través” de las personas o se enfoca más en objetos.
  1. Poca o nula respuesta al nombre
  • A partir de los 6-9 meses, los bebés suelen girar la cabeza o responder cuando oyen su nombre.
  • Si esto no ocurre de manera constante, es una señal que vale la pena observar.
  1. Falta de gestos sociales
  • No sonríe en respuesta a una sonrisa.
  • No señala objetos ni personas.
  • No levanta los brazos para que lo carguen.
  1. Desarrollo del lenguaje demorado
  • No balbucea hacia los 9 meses.
  • No emite sonidos simples como «ba-ba», «ma-ma» hacia los 12 meses.
  • A los 18 meses, no dice palabras claras.
  1. Comportamientos repetitivos o poco comunes
  • Mueve las manos o dedos de manera repetitiva (aletear).
  • Se enfoca mucho en girar objetos o mirar luces.
  • Reacciona con mucho malestar ante sonidos, texturas o cambios de rutina.
  1. Poca iniciativa para interactuar
  • No busca juegos sociales como el «cucú-tras».
  • No imita gestos ni expresiones faciales.

Mamá, papá: confía en tu intuición

Nadie conoce mejor a tu bebé que tú. Si algo te genera duda o te “hace ruido”, es totalmente válido consultar con un pediatra o especialista en desarrollo infantil. No se trata de etiquetar, sino de acompañar.

Lo que sí puedes hacer desde ya:

  • Estimula el contacto visual con juegos y canciones.
  • Háblale, cántale, nómbrale objetos y personas.
  • Observa sin juicio, y anota lo que te llama la atención.
  • Busca una opinión profesional si algo persiste o te preocupa.

Recordemos: cada bebé tiene su propio ritmo

Algunos signos podrían indicar simplemente una variación en el desarrollo típico, y no necesariamente TEA. Pero cuando varios se presentan al mismo tiempo y de forma persistente, es una invitación a mirar con más atención.

La detección temprana no es un diagnóstico definitivo: es una oportunidad para ofrecer herramientas a tiempo, con amor y comprensión.

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