El desarrollo durante la infancia depende de múltiples factores que comprenden, entre otros, las características fisiológicas de los padres, las condiciones en las que se haya desarrollado el embarazo y los primeros estímulos que recibe el niño.
En la actualidad se evidencian algunos contratiempos relacionados el desarrollo infantil, por ejemplo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) el cual padecen entre un 2 y un 5% de la población infantil, representando el 50% de pacientes clínicos en edades tempranas, (datos de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad).
Si bien las causas de estas patologías no están del todo esclarecidas, especialistas indican que los factores involucrados en el desarrollo del niño pueden tener repercusión en su padecimiento. Como se mencionó, los estímulos tempranos son uno de los factores determinantes que sientan las bases de un desarrollo sano.
El sueño y la alimentación son necesidades fisiológicas en las cuales se centra la atención de los padres, quienes, sin duda alguna, deben asegurarse de cumplir con las demandas de su bebé. Sin embargo, se suele subestimar la importancia de otras necesidades básicas, igualmente determinantes para su adecuado desarrollo.
El sistema vestibular está relacionado con el equilibrio y el control espacial, los bebés lo desarrollan incluso desde el vientre y en los primeros meses los padres y cuidadores juegan un papel importante al estimular este sistema a través del balanceo, cambio de posición y otros movimientos acordes a su edad.
Brindar este estímulo es muy importante para que el niño desarrolle su psicomotricidad a partir del movimiento corporal, se relaciones con su entorno y, por ende, desarrolle habilidades como la comunicación y la confianza en sí mismo.
Junto con el olfato, el tacto es uno de los sentidos más desarrollados en los bebés. A través de él exploran el mundo y conocen las texturas tamaños y formas. Esto lo hacen cuando llevan las cosas a su boca, pero no solo perciben a través de sus manos. Los pies y la zona de alrededor de la boca, son zonas donde tienen terminaciones especialmente sensibles que usan para su aprendizaje del mundo, experimentar sensaciones, interactuar con otras personas e incluso autorregularse.
Por todo esto, es importante permitir que los bebés experimenten a través de su sentido táctil. El contacto piel con piel es determinante para un óptimo desarrollo, además de asegurarse de no interferir con esta experiencia poniendo artículos como manoplas o zapatos de manera temprana.
Esta es una de las necesidades más subestimadas. Es comprensible que en la actualidad los deberes y escases de tiempo impida a mamá y papá dedicar a sus hijos tanto tiempo como se querría, sin embargo, es fundamental proveer tiempo en cantidad y calidad para su bienestar a un plazo inmediato y futuro.
Los niños toman como modelo a su figura más cercana, con quien además crean un vínculo que fomenta su seguridad, autoestima y sienta la base de los valores inculcados. Una crianza saludable con una guía permanente y respetuosa, donde el pilar sea el amor, favorece su desarrollo cognitivo y emocional, disminuyendo las probabilidades de que se presenten patologías, trastornos o retrasos.