Si se aproxima tu fecha de parto es importante que aprendas a respirar adecuadamente para lo que será el trabajo de parto; de una correcta técnica de respiración depende en gran medida que tu experiencia se desarrolle con total normalidad. La respiración repercute positivamente a la hora de mantener la calma, lograr relajación de los músculos y además, ayuda a hacer el trabajo de pujo más efectivo. Lo ideal es que empieces a practicar la respiración aproximadamente un mes antes de la fecha programada para el parto, puedes hacerlo cuando se presenten las contracciones de Braxton Hicks o contracciones falsas y empezar a prepararte para que no sea algo nuevo para ti cuando se llegue el día de traer al mundo a tu bebé.
En esta etapa el dolor de las contracciones es manejable y estas se presentan con menor frecuencia, por lo tanto, la respiración no debe ser necesariamente tan profunda. Inhala por la nariz llevando el aire a tu pecho y exhala por la boca controladamente. Ten en cuenta que hacerlo pausadamente evitará la tensión o sensaciones desagradables como la hiperventilación. La respiración suave y controlada es ideal para estas horas del trabajo de parto.
Cuando el dolor se hace más intenso puedes implementar una técnica de respiración más profunda. La respiración abdominal consiste en que, tomando aire controladamente por la nariz, llevas ese aire adentro y hasta abajo de tal forma que se expanda el abdomen. A diferencia de la anterior técnica, en esta no vas a notar que el pecho se infle, sino que sentirás el aire llegando en mayor medida a la parte abdominal. Este tipo de respiración es ideal para oxigenar mejor al bebé; Recuerda que la clave está en hacerlo despacio y controladamente, evitando que el dolor acelere excesivamente este proceso y altere la técnica correcta.
Las contracciones se vuelven más intensas cuando la salida del bebé se aproxima, sin embargo, no podrás empezar a pujar hasta que no hayas alcanzado los 10 cm de dilatación del cuello uterino. En esta etapa, los dolores han aumentado considerablemente y el manejo de la respiración empieza a ser más dificultoso. Si manejas una respiración muy profunda sentirás que al llegar el aire a tu abdomen empujarás más al bebé, por lo que se recomienda respirar tomando pequeñas cantidades de aire e inhalar y exhalar de manera rápida y superficial. Aplica esta técnica únicamente en los clímax de la contracción, ya que hacerlo de manera prolongada puede causar hiperventilación.
Aunque la respiración podría pensarse como un tema poco prescindible durante el trabajo de parto, lo cierto es que es muy importante atender a todos los consejos que mencionamos anteriormente, esto no solo evitará dificultades, si no que te ayudará sustancialmente a mantener la calma a pesar de la ansiedad que pueda presentarse en el momento del parto.
Técnicas de respiración durante las contracciones ha sido elaborada bajo las respectivas recomendaciones de la Doctora Ayda Castillo Ginecología y obstetricia.
DRA: AYDA CASTILLO