El periodo de posparto suele ser difícil para toda mujer. Además de los nuevos retos en cuanto a la crianza y la alta demanda del bebé, los cambios hormonales y la recuperación física pueden hacer estas primeras semanas difíciles de afrontar. En el caso de las mujeres que han tenido que someterse a la intervención quirúrgica de la cesárea, este periodo puede ser especialmente incómodo y la recuperación suele ser más lenta. Se deben tener cuidados especiales con la herida y evitar ciertas prácticas sobre todo en las primeras 6 semanas después del parto. Cuidados de la cesárea
Regularmente, después de una cesárea, se deja a la mamá hasta 3 días en el hospital para vigilar que la recuperación postquirúrgica avance satisfactoriamente y enviar a la mujer y su bebé a casa sin correr con mayores riesgos de complicaciones. Después de estos días la herida tardará en cerrar casi por completo entre 10 a 15 días, en estos días la zona del corte estará especialmente sensible y puede sentirse algo de dolor, por lo que es conveniente el suministro de algún tipo de analgésicos según prescripción médica.
En cuanto a la lactancia materna, se descarta la veracidad del mito que indica que las mujeres cuyo parto fue por cesárea tardará en producir leche materna. Se debe poner al bebé al pecho en la primera hora de nacimiento, la succión es el mejor método para estimular la salida de calostro. Es importante elegir una posición donde el peso del bebé no se apoye sobre la herida y al llegar a casa, levantar al bebé en brazos preferiblemente estando en una postura sentada o recostada.
Los cuidados de la incisión suelen ser comunes y sencillos. La cicatrización dependerá en mayor medida del tiempo transcurrido. Tres semanas después la herida será menos visible, la piel estará menos sensible y el dolor habrá disminuido sustancialmente.
Se recomienda lavar la herida con agua y jabón neutro, sin frotar durante el lavado o secado, para esto último se puede hacer uso de una gasa estéril y presionar muy suavemente la zona y dejando que la herida seque al aire libre. No se recomienda cubrirla con ningún tipo de material y evitar el roce con la ropa, dejar respirar la herida hará que sane con mayor rapidez.
Aunque en la mayoría de casos no es necesario limpiar la herida con una solución antiséptica, en el hospital se darán las recomendaciones adecuadas según el proceso y necesidades de cada mujer. Se deben evitar los baños de tina o donde se esté sumergida por algunos minutos, esto podría generar presión sobre la herida, dificultar la cicatrización y provocar una infección.
Después del parto el útero empieza a contraerse y a retornar a su tamaño normal, en este proceso se expulsarán restos de sustancias que han quedado en el útero después del trabajo de parto. Estos fluidos están compuestos de sangre y otros tejidos placentarios, los primeros días la secreción vaginal será abundante y deberá disminuir paulatinamente. Esta secreción, conocida como loquios, se presenta tanto si es parto ha sido natural como si se ha practicado una cesárea. En el hospital y durante los primeros días en casa se recomienda utilizar compresas tocológicas para absorber el flujo abundante.
Además, es importantes que, aunque se mantenga reposo, durante los primeros días la mujer camine por lapsos y distancias cortas. No moverse o estar en una sola posición pueden dificultar la sanación de la herida. Está contraindicado levantar peso o hacer algún tipo de esfuerzo físico y se recomienda evitar el uso de tampones así como esperar al menos 40 días para retomar las relaciones sexuales.
Sobre el uso de fajas y la práctica de entrenamiento físico será el especialista quien determine el tipo de elementos y la actividad física indicada según el proceso y recuperación de cada mujer.
Los puntos externos se retirarán en el hospital en los controles posteriores al parto, aproximadamente unos 10 días después de la cirugía. Cuando la incisión haya sanado por completo se puede recurrir a algún tipo de cremas o masajes para hacer menos visible la herida.
Esta información «cuidados de la cesárea» ha sido elaborada bajo las respectivas recomendaciones del Doctor Jaime Olivos, Ginecólogo y Obstetra.