Así influye la alimentación durante el embarazo en el peso del niño en su infancia
Recientemente, la revista médica BMC Medicine ha publicado un estudio sobre la relación entre la alimentación del bebé durante sus primeros mil días y su salud a lo largo de su infancia, los resultados indicaron que la una dieta poco saludable de la mamá durante la gestación repercute desfavorablemente en el niño, predisponiéndole a sufrir obesidad infantil.
Los primeros mil días
Cuando hablamos de los primeros mil días del bebé nos referimos al tiempo que transcurre desde su concepción hasta sus 2 años de edad.
Es en este periodo cuando el cerebro crece y madura más rápido que en cualquier otra etapa de la vida, por eso una adecuada nutrición y un entorno favorable son determinantes en el desarrollo de las capacidades y habilidades a futuro en la infancia, adolescencia y adultez.
Restringir alimentos procesados
Científicos de la Escuela de Salud Pública del University College de Dublín, encargados de la investigación indican que aquellas mujeres que durante el embarazo se alimentan con comidas altas en azúcar, sal o altamente procesadas, ponen a su bebé en mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes o la hipertensión.
Investigación y hallazgos
Para el estudio se examinaron los casos de más de 16.000 parejas de mamá/hijos. Las mamás tenían una media de 30 años y presentaban un índice de masa muscular saludable.
A través de encuestas, se preguntó a las mujeres qué tipo de alimentos consumían durante la gestación. Se separaron aquellas que tenían una dieta saludable basada en alimentos naturales, y aquellas en quienes predominaba el consumo de alimentos procesados, altos en grasas saturadas sal y azúcar.
Años después, durante la infancia de los niños se hizo seguimiento, se comprobó que los niños nacidos de madres que comían mal durante el embarazo eran más propensos a tener mucha más grasa y menos masa muscular.
Consejos
En la alimentación de mamá deben predominar alimentos naturales, es decir, vegetales, frutas, carnes, granos, y aquellos que no tiene complejos procesos de elaboración. Los alimentos a evitar son aquello que exigen un proceso de fabricación muy elaborado y cuyos ingredientes incluyen productos químicos dañinos. Por ejemplo, los empaquetados, los refrescos, la bollería y los embutidos.
Además de la alimentación, un estilo de vida activo resulta clave para una condición física saludable. Incluso si no se ha practicado ejercicio antes, es un excelente momento para empezar, siempre que sea dirigido por un especialista en el tema.
