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Entrenamiento de sueño para bebés ¿Es necesario?

Uno de los retos más difíciles de sobrellevar para mamá y papá durante los primeros meses del bebé, es el descanso y el sueño interrumpido. Se calcula no es sino hasta los 6 años del niño que se logra recuperar todo el sueño perdido en esos primeros meses de crianza, lo que resumen una labor extenuante y agotadora para todo padre.

Es por eso que en los últimos años han surgido métodos para educar a los niños y enseñarles a dormir desde temprana edad, sin embargo, algunos de estos programas son poco respetuosos con su desarrollo. Muchos padres buscan ayudar y recurren a estos métodos debido a la frustración del cansancio acumulado, sumado al desconocimiento de no entender cómo funciona el sueño «normal» del bebé.

¿Cómo funcionan los patrones de sueño de los bebés?

Uno de los errores más comunes de mamá y papá es sentar expectativas poco realistas sobre el desarrollo del bebé. Entender cómo funcionas los ciclos de sueño desde recién nacido no solo es un parte de tranquilidad, sino que les ayuda a adaptarse al proceso e implementar prácticas eficaces, respetuosas y seguras.

Recién nacido: En sus primeras semanas los bebés duermen muchas horas al día, pero con breves despertares en lapsos relativamente cortos, como su estómago es más pequeño, necesitan alimentarse con más frecuencia, necesidad satisfacen en estos despertares.

Bebés entre 3 y 6 meses: a esta edad empiezan a regularse los ciclos de sueño. Las rutinas y actividades diarias como el baño, los paseos y la alimentación son factores que inciden en la adaptación de esos patrones y la diferenciación de el día y la noche.

En esta etapa la fase de sueño REM, les mucho más larga que en el adulto, pues es en esta fase de sueño ligero cuando el cerebro del niño consolida la memoria y organizar toda la información retenida durante el tiempo despierto.

Bebés entre los 6 y 12 meses: Pese a que a esta edad las rutinas están más establecidas, los niños pasan por un proceso conocido como ansiedad por separación. Ya cuenta con la capacidad para entender de que los objetos y las personas existen, aunque ellos no las puedan ver. Es decir que cuando no pueden ver a mamá o a papá, significa que se han ido, pero como aún es pronto para entender el concepto del tiempo, no saben que volverán, lo que les genera angustia e intranquilidad. Esta etapa puede interferir con un sueño prolongado y tranquilo, los bebés siguen teniendo despertares nocturnos para ser alimentados o por necesidad de contacto.

Niños entre 1 y 2 años: A esta edad la duración de la fase de sueño REM va disminuyendo, el sueño en la noche es más prolongado, pero siguen teniendo mucha importancia las siestas.

¿Cuándo dormirá el bebé toda la noche?

Pese a ser una de las preguntas más frecuentes en mamás y papás, lo cierto es que no hay una edad concreta para responder esta pregunta. Se dice que los niños hasta los dos años suelen tener despertares nocturnos por diferentes necesidades, sin embargo, aún en niños más grandes esto puede suceder sin que se considere anormal o se contemple un trastorno del sueño.

¿Los entrenamientos de sueño son eficaces?

Este tipo de prácticas son controversiales. Algunos métodos contemplan ignorar el llanto y la indiferencia a su demanda con el fin «educar» al bebé para que empiece a dormir solo. Sin embargo, es importante entender que el sueño no es algo que se aprenda, corresponde a un proceso evolutivo muy relativo para cada niño, su desarrollo y la maduración de sus funciones.

Forzar el proceso o interferir en las fases de esa maduración natural puede ser agresivo y tener consecuencias negativas en su desarrollo. Más que un «entrenamiento» se recomienda implementar prácticas que favorezcan un sueño tranquilo y acompañen el proceso de maduración, como las rutinas, la diferenciación de las siestas y el sueño nocturno y sobre todo, mucha paciencia por parte de mamá y papá, atendiendo siempre a la demanda del niño y satisfaciendo sus necesidades en cada etapa de crecimiento.

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